El ahorro es una de las bases fundamentales de la estabilidad financiera. Contar con un fondo de ahorro permite afrontar imprevistos, invertir en oportunidades y mejorar la calidad de vida. Para construir un fondo sólido, es recomendable destinar un porcentaje fijo de los ingresos mensuales, evitar gastos innecesarios y aprovechar instrumentos financieros como cuentas de ahorro con rendimientos. La disciplina y la constancia son claves para lograr objetivos financieros a largo plazo y evitar el endeudamiento excesivo.
